The Yoga Institute, Santacruz (Este), Mumbai, India, fue fundado en 1918 por Shri Yogendraji, y es la escuela de yoga más antigua del mundo. Shri Yogendraji creía que el yoga no era exclusivamente de personas retiradas viviendo en las montañas, y por ende quería llevarlo a los hogares: a hombres y mujeres que tienen que trabajar, viajar, ganarse el sustento, criar hijos y vivir la vida cotidiana. Quería promoverlo en las personas del campo y la ciudad, pues creía que la familia entera es capaz de beneficiarse de este conocimiento. Poco sorprende entonces que Shri Yogendra sea conocido como el Padre del Renacimiento del Yoga Moderno.
Aunque la mayoría de la gente deseaba aprender yoga sólo para tratar sus problemas de salud, Shri Yogendra quería que The Yoga Institute fuese más que un lugar para superar dolencias físicas; quería que fuera una escuela de vida donde uno aprenda a vivir. The Yoga Institute con su simplicidad, sinceridad y una perspectiva no comercial, se acerca a la familia e intenta ayudarle a vivir una vida feliz, saludable y equilibrada, en un mundo que constantemente presenta desafíos.
Encabezando el movimiento Yoga para la Familia en el mundo, el Instituto interactúa con más de dos mil personas todos los días para capacitación, beneficios de salud y consultas. También ofrece cursos de formación en yoga y edita libros sobre terapia yógica, asanas, pranayama, asesoramiento para parejas, textos tradicionales, y una variedad de otras materias sobre educación integral.
El hijo de Shri Yogendraji, Dr. Jayadeva Yogendra, quien falleció en 2018, fue un sincero y comprometido portador de la antorcha del legado del fundador. Su espíritu continúa guiándonos a través de Guru Smt. Hansaji Jayadeva Yogendra, conocida en todo el mundo, y hoy directora de la institución, quien también se desempeña como presidente de la Junta Internacional del Yoga.
¿Existe una escuela de vida donde uno aprenda a vivir? Hay muchas escuelas que enseñan a las personas a conseguir dinero y poder, pero ninguna escuela nos enseña a ser felices y saludables; ningún instituto nos enseña a estar equilibrados en mente, cuerpo y espíritu. Una escuela de vida nos enseña a cuidar y compartir, nos enseña disciplina y responsabilidad, nos enseña las otras cosas intangibles que también importan para vivir.
The Yoga Institute es una de esas escuelas de la vida. Todo aquí, incluidas las relaciones interpersonales en las aulas y también en nuestras oficinas administrativas, está impregnado de la dulce fragancia de la consciencia espiritual. Ya sea que el estudiante esté aprendiendo asanas o yoga sutras, todo suma a la experiencia pura y sátvica. También se enseñan técnicas, pero estas se tornan secundarias al producirse un cambio en el nivel más profundo de los valores, motivaciones, actitudes y hábitos del estudiante. Es así como la vida yóguica ayuda a restablecer el equilibrio homeostático, y el tratamiento de la enfermedad se convierte en una consecuencia natural del equilibrio interior.
Conectarse a una consciencia superior y cultivar una perspectiva filosófica más amplia inculca un enfoque positivo de la vida y neutraliza la ansiedad responsable de muchas afecciones psicosomáticas y neuróticas. Permite la participación total en la existencia, imparte sentido a la vida. Una escuela de vida prepara a hombres y mujeres para vivir una vida más plena. Además de aprenderlo ellos mismos, también aprenden a compartirlo con otros; ¿podemos soñar con tales centros de aprendizaje en este país?
No importa si llamamos a esta escuela de vida The Yoga Institute o por cualquier otro nombre. Hoy existe una necesidad abrumadora de tales escuelas de vida en la sociedad. Lo que falta no son las habilidades o los conocimientos necesarios para construir una escuela de este tipo, sino los modelos de vida reales de dicha escuela. The Yoga Institute y sus centros afiliados en el mundo buscan llenar ese vacío.